!Indiscutiblemente hay una gran diferencia entre el sexo casual y el sexo entre una pareja que se ama!
El primero se trata de dos personas que comparten una atracción física mientras que la otra es un encuentro entre dos personas que han formado un laso emocional.
No obstante, el amor no impide que pueda llegar a existir un largo trecho entre lo que las parejas ansían experimentar en el sexo y lo que realmente encuentran.
Es importante no confundir la intimidad física con la intimidad emocional, ya que de la misma forma en que no toda relación sexual conlleva un vínculo emocional, no siempre la conexión emocional conduce a un encuentro sexual e incluso donde el amor y la atracción física abundan puede escabullirse la sensación de estar llevando una vida sexual insatisfactoria.
Estudios sugieren que la intimidad emocional en las parejas se ve reforzada a partir de la adopción de tres hábitos:
* El contacto visual durante un espacio de tiempo prolongado
* Las risas compartidas y el intercambio de sentimientos y emociones
*Las preguntas orientadas a aumentar la sensación de apertura, como “¿cuáles son tus miedos?” y “¿por qué sientes mayor gratitud?” también suelen tener un efecto positivo.
O dicho de otra forma: la capacidad para decir con exactitud, absoluta libertad y franqueza cómo nos sentimos respecto a nuestra vida sexual y al rol que desempeñamos.
Si nos gustaría probar cosas distintas, por ejemplo, o aumentar la frecuencia de la práctica sexual.
!Gran parte de la desconexión que ocurre durante la intimidad se debe a la presión de sentir que uno debe conseguir un logro o desempeñarse de cierta forma!
Ya sea que se trate de tener un orgasmo, aparentar o ser percibido de una manera determinada por el ser amado, eso nos distrae de la belleza y el don sagrado del momento presente. Si no nos sintiéramos presionados por alcanzar algo durante la intimidad...
¿qué tan hondo podríamos dejarnos ir, disfrutar y sumergirnos en nuestra pareja?